jueves, 23 de abril de 2015

Sant Jordi

Fa molt temps hi havia un petit poble on tothom vivia feliç. Però un dia, de sobte, va aparèixer un enorme drac. El rei estava desesperat davant la destrucció i el terror que causava la bèstia.

Aleshores, el rei i els seus consellers van decidir fer un sorteig i entregar cada dia un habitant al drac a canvi de pau. Però un dia, l'escollida pel sorteig va ser la filla del rei i aquest va haver d'acceptar la desgràcia. La princesa va anar fins a la cova del monstre, i la bèstia va sortir disposada a devorar-la. I en aquell precís moment, va aparèixer un valent cavaller dalt del seu cavall. Era Sant Jordi.

Sense gens de por, va lluitar contra l'enorme drac i amb l'espasa va travessar-li el cor. I de la sang de la ferida del drac va créixer un roser, com símbol de l'amor i l'amistat.

martes, 21 de abril de 2015

Ellas y ellos


  Un estudio de la Universidad de Chile sobre la voz humana, concretamente la femenina, demostraba que es bastante frecuente que ésta sea molesta para los hombres. Pero hay una razón fisiológica para que un hombre no pueda escuchar durante mucho tiempo la conversación de una mujer, incluida su propia pareja. Argumenta el estudio en cuestión que las inflexiones y matices de las voces femeninas son más complejos de descifrar, por lo que requieren de una mayor actividad cerebral y lleva aparejado el consiguiente cansancio para los hombres. Mientras que los hombres tienen un estilo plano, sencillo y menos complejo, las mujeres tienen un estilo circular, poseen un vocabulario más amplio y una mayor fluidez al hablar, según el profesor de neurología Carlos Silva. El tono suave y melódico de la mujer provoca la dispersión masculina. Más allá de toda broma, según los especialistas “si una mujer quiere conversar con un hombre, lo deberá hacer en períodos cortos y si no es posible tampoco eso, tendrá que dejar las conversaciones para las amigas”.
   Estas diferencias hacen que cuando la pareja se enfrenta a un conflicto, la mujer tiende a hablar al respecto y el hombre prefiere esperar que las aguas se calmen. En definitiva, los hombres eligen el silencio y las mujeres, las palabras.
   No se trata de calificar qué es mejor, pues este hecho diferencial es una manifestación más de las diferencias de configuración del cerebro masculino respecto al femenino. El citado estudio, además, comenta que la mujer emite un rango de frecuencias de sonido más complejo debido a las diferencias en el tamaño y forma de sus cuerdas vocales y laringe. El conocimiento de estas características nos puede ayudar a suavizar algunas situaciones en las que la mujer se queja de que él no la escucha y él de que ella habla demasiado. También alivia nuestras conciencias y nos puede ayudar a encontrar un punto medio.
    Los hombres debemos enfrentarnos en muchas ocasiones a una pregunta que nos pone en un aprieto cuando nuestra pareja, sacándonos de nuestro ensimismamiento, nos dice: cariño, has oído lo que te he dicho, y nosotros, tratando de salir del apuro, decimos que sí, acordándonos a duras penas de las últimas palabras, y recitándoselas como prueba de nuestra atención.
       Otra situación práctica de este “conflicto” la veremos estos días de buen tiempo, cuando salimos a pasear y nos encontramos con otras parejas. A poco que haya cierta confianza, enseguida se produce una separación provisional y nos encontramos habitualmente con los hombres caminando en grupo adelantado, hablando de sus cosas, y las mujeres, atrasadas, de las suyas. De tanto en tanto, quizás miremos distraídamente hacia atrás para comprobar que llevamos una distancia que no asegure que no les alcance nuestra cháchara. Feliz verano y que cada uno encuentre su remedio.

jueves, 16 de abril de 2015

Que placer!

    Hacía algún tiempo que no me tomaba una cerveza tan a gusto, Un güisqui habría sido demasiado ─demasiado para tan poco marinero─, pero ha estado bien: jamoncito de marrano ibérico, etc.
Y me preguntareis cual es la causa de tamaña temeridad. Pues no lo he podido aguantar cuando en mi cuerpo ha entrado la noticia de la detención del Sr. Rato Figurado. Y ahora queremos más carnaza. ¡Emborracharnos de placer!.
   ¿Habéis visto?. Ahora el Sr. Rato es "ese señor". Es muy cutre, ¿no? Bárcenas también es "ese señor". Yo espero muchos "señores" sin apellido en los próximos días.
    Y a ver qué pasa con los directores del FMI: El señor DSK con líos de faldas (dicen que a los franceses la vida les gira como un palmo alrededor del ombligo), "ese señor" con líos de dinero, Veremos que nos tiene en la recámara la señora Lagarde.
    Feliz Navidad.

Es feliz la cabra?

    Estaba yo preguntándome acerca de la cabra que convive con los caballeros legionarios. Ha sido como un pronto, pues me sorprende que no se hable de ello. ¿Qué pasa con los grupos que defienden la dignidad de los animales?
    Porque no sabemos nada de las susodichas cabras. ¿Alguien tiene información al respecto?
     ¿Estará secuestrada?
    ¿Qué hace en su tiempo libre?
    ¿Come rancho?
    ¿Cuántos caballeros tiene a su cargo?
    ¿Tiene paga?
    En definitiva, ¿será ella feliz?
 

LA FAGEDA D'EN JORDÀ





Saps on és la fageda d'en Jordà?
Si vas pels volts d'Olot, amunt del pla, 
trobaràs un indret verd i pregon 
com mai més n'hagis trobat al món:
un verd com d'aigua endins, pregon i clar;
el ver de la fageda d'en Jordà.










El caminant, quan entra en aquest lloc,
comença a caminar-hi poc a poc;
compta els seus passos en la gran quietud 
s'atura, i no sent res, i està perdut.
Li agafa un dolç oblit de tot el món
en el silenci d'aquell lloc pregon,
i no pensa en sortir o hi pensa en va:
és pres de la fageda d'en Jordà,
presoner del silenci i la verdor.
Oh companyia! Oh deslliurant presó!

Joan Maragall